Antony Lozano es el hombre de la Selección de Honduras más criticado del momento por su bajo nivel futbolístico.
El Choco Lozano, capitán de Honduras, atraviesa un pésimo momento futbolístico. El delantero de la Bicolor viene de tener una mala campaña con el Santos de México, en donde jugó 9 partidos y solo anotó 1 gol. Luego, se lesionó.
Lozano estuvo más de dos recuperándose de su lesión y aún así fue convocado por Reinaldo Rueda para ser parte de las eliminatorias y la Copa Oro 2025. Lo cual fue cuestionable, ya que el entrenador de la H ha expresado que nunca convocaría jugadores sin ritmo.

En el juego de Honduras ante Islas Caimán, Choco Lozano quedó frente al portero y su definición fue mala. Luego, fue sustituido en el segundo tiempo.
Ante Antigua y Barbuda, el capitán tuvo la oportunidad de lavar su mala imagen por medio de un lanzamiento penal. Sin embargo, su ejecución fue temeraria, sin colocación y potencia. En el segundo tiempo, fue sustituido y abucheado por toda la afición catracha en el estadio Nacional.
¿Qué opina del fallo del penal del Choco y los silbidos?
Antony es un hombre de experiencia, de trayectoria y la vez pasada hablamos en conferencia, quizá no está en el ritmo ideal. Hoy tuvo la oportunidad, quizá se confió y más con un arquero de esa característica, ustedes vieron que en el primer tiempo nos evitó poder descifrar el marcador, ataja en una segunda división de Islas Caimán, es extraordinario. Tal vez le faltó más de temple en ese cobro, hubo exceso de confianza, esa estatura de dos metros tapa muchos ángulos.
¿Cree que es en injusto el trato al Choco Lozano?
Ustedes nos pueden dar una mejor evaluación, es algo que viene desde hace años, que no es de ahora. Es la situación cuando se marca a un jugador por uno u otro detalle. Es la valentía de estos hombres, a pesar de todo ese rechazo de esa crítica, de exponerse, de exponer a su familia, de seguir y ponerse la camiseta, de salir otra vez como capitán, eso hay que aplaudirlo. Ojalá que Dios y el fútbol le den esa oportunidad de que nos dé el gol que nos clasifique al Mundial, que nos dé algo grande para que volvamos a quererlo o lo valoremos.