El Club Deportivo Marathón de Honduras atraviesa un momento de incertidumbre tras la renuncia de su presidente, Orinson Amaya, quien decidió dar un paso al costado luego de varios años al frente del equipo.
Su salida se produce tras la eliminación en el repechaje del torneo Clausura a manos del Victoria, un desenlace que desató la furia de la afición verdolaga.
Amaya asumió la presidencia en reemplazo de Yankel Rosenthal y fue reelecto para un período que debía extenderse por varios años más. Sin embargo, los resultados deportivos no estuvieron a la altura de las expectativas, logrando apenas un título frente a Motagua. La falta de éxitos recientes y la presión de los seguidores habrían influido en su decisión de abandonar el cargo.
La eliminación ante Victoria en la tanda de penales fue el detonante de una serie de incidentes protagonizados por los aficionados, quienes atacaron los vehículos de los futbolistas en señal de protesta. La frustración por los constantes fracasos en instancias decisivas generó un clima de tensión que terminó por acelerar la salida de Amaya.
Ante este panorama, surge la posibilidad de que la familia Rosenthal retome el control del club. Se especula que Yankel Rosenthal, expresidente del equipo, podría regresar al poder a través de su hijo, lo que marcaría un nuevo capítulo en la historia administrativa del Marathón.
La dirigencia verdolaga deberá tomar decisiones clave en los próximos días para definir el rumbo del equipo. La afición espera un cambio que permita devolverle la competitividad al club y recuperar el protagonismo en la Liga Nacional de Honduras.
