Este domingo 20 de mayo se cumplirá un año de la desgracia ocurrida en el estadio Cuscatlán, en medio de un partido de cuartos de final entre Alianza y FAS, por el Clausura 2023.
En la lucha por ingresar al estadio Cuscatlán, con solo dos puertas de acceso disponibles, hubo aficionados albos que se abalanzaron. Tras esa estampida hubo nueve aficionados aliancistas fallecidos.
Cuerpos judiciales, de seguridad y salud tuvieron que intervenir en el hecho y el partido fue suspendido a los 20 minutos. Unos días después, se decretó detención para dirigentes albos y dos empleados de Estadios Deportivos de El Salvador, EDESSA, bajo el cargo de homicidio culposo. Al final, todos quedaron en libertad.
Tras eso, Fesfut canceló el certamen de Clausura 2023, pero su organismo auxiliar, Comisión disciplinaria, sancionó a los albos a jugar sin aficionados en sus juegos como local por el periodo de un año. Al final, la dirigencia alba apeló y la sanción solo aplicó para un certamen, el de Apertura 2023.
Eso sí, la dirigencia alba tiene que ejecutar un protocolo de seguridad estricto, porque de lo contrario, el castigo puede continuar. Hasta la fecha, la dirigencia blanca ha cumplido con lo exigido por los organismos auxiliares de la entidad rectora del balompié nacional.
Eduardo Lara, extimonel albo, rememoró esa desgracia en el Cuscatlán.Tras la cancelación de ese certamen, la dirigencia alba decidió prescindir de los servicios del estratega suramericano.
“Esa tragedia nos afectó mucho a nosotros. Teníamos a FAS metido en un arco y como a los 20 minutos se me acerca al banquillo el gerente de Alianza en ese momento, Edwin Abarca, para decirme que teníamos que suspender el partido, porque en ese instante había tres aficionados albos fallecidos. Eso es algo que uno no quiere volver a vivir ni recordar”, dijo el timonel albo, Eduardo Lara en charla con minuto 91.
